El sistema se pondrá en marcha tras la finalización de este proyecto y consistirá en una matriz de sensores pasivos incorporados en el film del envase que medirán la presencia y concentración de varios Compuestos Orgánicos Volátiles (VOCs) representativos de la calidad de la carne. El dispositivo externo de lectura alimentará los sensores, capturando los datos que serán analizados por un software inteligente que determinará la calidad de la carne y la vida útil del producto
Juan Díaz, director general de Asincar, indica que la carne “es un producto muy frágil y cualquier error en su procesado, empaquetado, distribución o en el punto de venta puede afectar a su calidad. Un fallo en la detección de patógenos puede tener un efecto fatal en la percepción de los consumidores y un impacto negativo en la industria”.
En este proyecto también están trabajando, a través de un consorcio europeo: Packaging and Films Association, de Reino Unido; European Livestock and Meat Trade Union, de Bélgica, y Asociatia Romana a Carnii, de Italia. Junto a estas asociaciones se encuentra la pyme, Soluções Integradas para Sistemas de Informação Lda de Portugal; Industrias Cárnicas Alonso, y tres centros de investigación como el Centro Tecnológico de la Industria Cárnica de la Rioja; OFI, Austria y Tecnologías Avanzadas Inspiralia SL.
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